La reina de Colombia

El olor a mar y el destino conocido fue lo que me dió confianza para continuar con la misión que me habían encargado...

Tengo un amigo que tiene una empresa de venta de electrónicos por Internet y no tenía quien llevara un producto a una clienta nueva, asi que gustoso yo me ofrecí a ayudarlo.

Era lejos pero no tenía nada mejor que hacer, como siempre en la búsqueda de algo nuevo y gente diferente con quien conversar hablé con esta "chica" por celular para coordinar el encuentro. Me hablaba con demasiada confianza, como si ya me conociera lo cual me pareció muy extraño. Tenia una voz de una mujer joven, pero grande el chasco cuando la vi y encima en el trabajo de su esposo.

Estábamos los dos solos y luego de entregar el producto y cerrada la transacción y explicar como funcionaba el aparato como si fuera el mas de los expertos sobre el asunto me dijo que si la podía acompañar a su casa (que quedaba a 2 cuadras de ahí) para poder instalar el electrónico que ella no tenía mucha idea de cómo hacerlo. Dudándolo, acepté. Esta chica hablaba mucho y no me dio oportunidad de decir que no.

En el camino a su casa me contó que era colombiana y que recién llegó a Perú, era asistente de su esposo dentista que obviamente era peruano. Y si alguien se lo pregunta, la chica tendría sus 35 años y no era bonita. El peor de los defectos para mi en alguien es hablar mucho y preguntar un montón y no dar oportunidad a responder (para que preguntas si no dejas responder). Me preguntaba que yo a que me dedicaba, usando la táctica de no dar a conocer mi persona, le dije que era un importador de electrónicos que viaja constantemente a Japón para traer productos innovadores. Casi se desbarata la broma cuando me preguntaba a que parte de Japón, si tenía familia allá, precios de productos, etc. Y todo obviamente con el dejo colombiano y con la mayor confianza como si fuera su amigo del alma.

Llegamos a su casa, una reja que no podía abrir porque la chapa estaba rota y un pasadizo oscuro junto a una escalera interminable hacia un tercer piso mientras que un fuerte ladrido acompaña a la noche del Callao. Que temor entrar a la casa de un desconocido, y si era una violadora? una asesina? una vendedora de órganos? Que tonto que soy, estas cosas nunca me han gustado pero para variar confio mucho en las personas (hasta en las que ni conozco).

Abrió la puerta del departamento y fui atacado...pero por 3 perritos shit-zu que no dejaban de bailar a mi alrededor. La chica los ahuyento y me dijo que pasara a su cuarto, que? a su cuarto? Asi es! Me dijo pasa, sientate mientras ella se acomodaba en un costado de la cama. Perdónnnn, como 2 extraños nos vamos a sentar en la cama??? Por otro lado ella es demasiado confiada, quizas yo era el violador y encima traficante de órganos. O la mataba para llevarme a los perritos.

Le explique el asunto del electrónico, operativo y funcionando! Luego aplicamos la retirada. Obviamente nada pasó. Por suerte!

Fuimos caminando hasta su trabajo y prácticamente me suplicó para que siguiéramos en contacto que estaba muy interesada en los productos que yo iba a traer de Japón (productos? cuales? ahhh verdad soy un importador fantasma). Luego de darme un besote en el cachete se despidió de mí la reina de Colombia.

Mientras caminaba alejándome del lugar, voltee la mirada y me puse a pensar...realmente estoy bien locovox para hacer estas cosas no? En estos tiempos ya no se puede confiar en nadie.

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