Un pequeño paso para el hombre pero un gran paso para mi.

No todo es 100% vacaciones, hoy tengo que trabajar. Si, estaré en otro lado pero igual el trabajo sigue. Hoy me toca una presentación de aquellas.

Presentación de quien diablos soy, 10 slides de power point, 30 minutos de speech y más de 30 personas importantísimas que en mi vida había visto.

Que miedo.

Aparento relajo total cuando hablo pero hoy frente al espejo mientras me cepillaba los dientes me acordé de esa misma sensación cuando tenía que exponer algún trabajo en el colegio o en la universidad.

(Hasta ahora). Mientras me iba bañando, cambiando, tomando desayuno y saliendo repasaba todo lo que tenía que decir.

En el colegio siempre tuvimos eso que salir a hablar de un tema, siempre escogía los temas raros de ovnis y tonteras para que la gente se enganche.

En la universidad imprimía mis ppt (6 por hoja para ahorrar arbol y tinta) y anotaba al costado las ideas de lo que tenía que decir de organización de empresas, marketing y demás cosas que se ven en la universidad y quizás nunca las vuelves a ver.

Cuando tienes que presentar algo en alguna reunión, pues es a gente que conoces y más o menos sales bien. La ametrallada de preguntas ya es otra cosa.

Pero presentar algo a gente totalmente extraña es diferente.

Pero no estoy nervioso. No es verguenza pero no me gusta que tanta gente me preste atención a la vez, en un mismo sitio cerrado, todos callados y mirandome. Pero no estoy nervioso.

Faltan un par de horas pero antes de abrir esa puerta donde me esperan sé que voy a decir lo mismo que siempre he dicho: "Ya a la miércoles, lo que salga".

Y así es como me juego mi futuro.

Ay Steve Jobs, de grande quiero ser como tú.