Hay épocas en las que tengo mucha hambre y me atragando con todo lo que encuentre a mi paso, lo que sea para llenar mi caja de las milanesas.

Pero hay otros tiempos, como estos que me pasan cada no se cuanto tiempo, que no tengo hambre. Llega la hora de almuerzo en la oficina y me dicen: vamos a almorzar? y yo: que? ya es la 1pm?. Ni hambre me da y si almuerzo es porque tengo que almorzar.

Desayuno no tomo, a lo mucho un jugo y pan con jamonada ó queso si es que hay, el almuerzo sólo porque es la hora y la cena ya por compromiso nomás.

Mis almuerzos últimamente se basan en un jugo de naranja y mi vasito de Yogurt Batti Mix (esos que vienen hojuelas azucaradas). Estoy tan estresado que ya ni sé si estoy tomando desayuno ó almorzando.

Pero mis juguitos no me pueden faltar en los cajones de mi escritorio:



Será que mi metabolismo ya está cansado de procesar tanta grasa que me empujo? Tantas empachadas que hacen que no me cierre el saco ó que la camisa se vea apretada me hicieron cambiar en algo para almorzar el viernes.

Quedé el viernes en almorzar con la persona más importante de mi vida, y de paso tomarme la tarde libre, y asi pues nos fuimos a un restaurante vegetariano de la Av. Arenales en Lince.

Por menos de 10 soles esto es lo que uno consigue:

Entrada: Ocopa de Rocoto / Sopa de Zapallito Italiano
Segundo: 4 tipos de arroz a escoger / 4 tipos de guisos a escoger 2
Postre: Una lengua de souffle de guindones
Bebida: Té jazmín calientote

Mencioné que como es vegetariano, aquí solo son verduras y no hay carne de verdad? Todo es carne de soya, arroz preparado con aceite de ajonjolí (no, no Capri pero el arroz si es costeño) del día anterior para que tenga forma y verduras al vapor.

Creanlo o no? Mi estómago se llenó. Me dí cuenta que cuando estoy en mi épocas de estar triste, de no saber que hacer con mi trabajo, de sólo tener en claro que no tengo tiempo para estudiar, hacer cosas que me gustan y sólo ver el mundo desde afuera, pues se me quita el hambre y el sueño...

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