Alguien de mi familia estuvo enfermo así que tuvimos que llamar al famoso médico del seguro para que visite a domicilio. Prefiero no mencionar el nombre de la doctora ni menos de la empresa de seguros que dejan demasiado que desear.

- Llamamos a eso de 2:30pm para que viniera un doctor a domicilio a la brevedad, la recepcionista nos dijo: "La doctora Juanita está dirigiendose entre las 5:30pm y 6:00pm, va a ir a esa hora porque como vive cerca, de ahí se va a su casa".
*Suerte que la necesitabamos a la brevedad, hubiera preferido que me floreen a que por un tema de disponibilidad no por el hecho que vive cerca seriamos los últimos del turno.

- Luego de llegar a a la hora se dedicó a realizar un diagnostico de otorrinolaringología, rarisimo que hable de gripe cuando no revisó los oidos.

- Sacó un termómetro todo sucio de su maletín, sin estuche, sin guantes y menos sin alcohol en las manos antes de revisar al paciente.
* Suave donde ponde el termometro cochino!

- Al momento de recetar, sólo escribió un remedio del año de la pera, que encima eran copias.
* Los que estamos relacionados sabemos perfectamente de medicamentos originales de laboratorios de investigación (que son caros pero realmente hay sustento) comparados con las copias ó genéricos.

- Se molestó porque luego de pelearse con el paciente que es lo mejor para recetar, tuvo que romper 2 de sus hojitas de recetas.
* Tanto escándalo por gastar hojas?

- No pretendía recetar medicamentos de marca ya que argumentaba que eran muy caros.
* Claro al seguro le combiene pagar menos por los remedios.

- Para cerrar con broche de oro, se fue a traer el vuelto de la consulta que según ella lo tenía el chofer de la ambulancia. Se subió al vehículo, bajó el chofer a dar el vuelto mientras ella bajaba la luna y con la mano donde dijo: Chauuuuuu!!!
* Encima malcriada, ya nos enfermó a todos con su ridiculez.

La enferma en casa tuvo que hacer su comentario al irse la doctora y pasar por toda la aventura: Y encima era gorda!

Eso fue lo único que me hizo sonreir y reirme a carcajadas, sin ese comentario la tarde no se hubiera salvado no por exactamente la frase sino del tipo de comentario perfecto en el momento perfecto. Algo así como ponerle la cereza al helado.

La vida hay que verla desde el lado gracioso, aunque en el caso de ella sería en el lado grasoso.

Si mi vida fuera un dibujo animado, esta sería la gorda caderona... perdón la Dra.

Por aquí, algo recomendado.