Vida

Ayer regresé feliz a mi casa, un buen fin de semana haciendo lo que más me gusta.

Y tal como lo dije: los Domingos son casi perfectos. Casi, porque al día siguiente es el día innombrable. Y este domingo en particular porque vi algo que no debí ver y/o escuchar como para regresarme a mi realidad.

No soy de ver mucho series pero ayer en la noche estaba viendo Dr. House y dió un capítulo de lección de vida... no los mismos de que llega un enfermo y al último minuto de la serie descubren de que estaba enfermo. Esta vez lo salvaron 5 minutos antes de que acabe la serie para llegar a una conclusión.

Uno de los médicos le ofrece trabajo como practicante al paciente para que sepa que hacer de su vida ya que le ve potencial médico. Este chico no acepta el trabajo ya que le dice que el prefiere vivir y disfrutar de su familia en vez de estar como él o sus colegas médicos sin anillos de matrimonio en la mano y sin tiempo para vivir.

La siguiente escena es el médico mirando desde el balcón de la clínica al paciente que se va con una suerte de más de 6 familiares que lo fueron a acompañar en su alta médica.

El capítulo acaba enfocando al médico cenando en su casa en su mesa para uno mientras lee sus apuntes médicos.

Triste pero cierto.


UN DÍA COMO HOY...
- 11/09/09 Atacando a la enemiga
- 11/09/08 Chisme de oficina

1 comentarios:

Hasta en el último rincón dijo...

Hace siglos no veo Dr. House! Lo extraño! buaaa