Este día se me encomendó algo importantísimo para ella y una insignificancia para mi.

Mi flaca me llamó y me dijo que estaba apurada (y tarde) saliendo de la peluquería y demás niñadas y bla, bla, bla y resumiendo me dijo, llego a la casa en unos minutos pero necesito que busques mi cartera... que fácil me dije.

Ya, la encuentro y la meto en el carro. No?. Dije.

Respondió: No, necesito que encuentres esta otra cartera y pongas ahí todas las cosas de la otra.

Fácil no?.

No, tenía mil cosas que ni sé para que son o por que las lleva.

Por suerte yo solo meto billetera al bolsillo y listo.
Ah, y llaves de la casa.
Ah, y llaves del carro.
Ah, y celular.

La cosa que cumplí la misión del día. Salvo que justo las cosas que ella necesitaba no estaban en la cartera.

Sigo sin entender.

Tampoco entiendo a esta otra chica que tanto tiene en la cartera! A veces creo que es inversamente proporcional a la masa encefálica.

Te acepto todo con cualquier tipo de excusa. Todo igual a botellaS de agua, comida, laptop, zapatos (¿?), papeles y cualquier basura.

Excepto una cosa... como vas a tener una cartera dentro de otra cartera sólo por si necesitas una más chica?

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UN DÍA COMO HOY...
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