Cuando uno es niño recuerda a las empleadas, muchachas, nanas ó niñeras que tuvo, a veces cambiaban a cada rato, otras la misma por años de años y la mayoría las abuelas que con tanto cariño nos cuidaban.

Pero a veces y en algunas circunstancias uno recuerda a esa persona extraña que le pagaban para que te cuide, te bañe, te haga reír, te haga jugar, te diera de comer y encima que te aguante! Algunos solemos ser más hiperactivos que otros...

Una amiga me contó hoy lo que le pasó con su niñera de toda la vida...

(...)

A que no sabes! Descubrí a mi muchacha robándome! No puedo creerlo, más de 10 años trabajando conmigo y ahora justo que ya me deja para casarse me roba. Me siento traicionada y lo peor es que mi hijita (de 8 años) se enteró de todo. Yo no suelo revisar el cuarto ó las cosas de la empleada ya que yo confío en ella, pero no sé esa mañana de domingo algo raro tenía ella al irse así que decidí ir a su cuarto y dentro de sus cajones de ropa encontré una bolsa con la ropa nueva de mi hija! Nueva con etiqueta que recién le traje a mi hija de mi último viaje. Además la cartuchera con el juego de borradores favoritos de mi hija. A mí no me importa cuanto en dinero represente el robo, sino es el hecho. Antes de guardar las cosas llamé a mi hija para preguntarle si ella le había regalado estas cosas a la empleada, la verdad que no lo podía creer por eso le pregunté. Mi hija al darse cuenta y negar tales regalos empezó a llorar y me dijo:

"Mamá! La muchacha nos está robando? Me está robando? Pero si ella es mi amiga! Cómo me puede hacerme algo así?"

No le pude mentir. Ni bien regresó la empleada en la noche la encaré y le dije que se largue de mi casa y lo que más me dolía no era el robo ni que atravesara esa línea de confianza que le había entregado sino que haya hecho llorar a mi hija. Eso no se hace.

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En mi caso yo he tenido un sin fin de empleadas, nanas, niñeras, etc, no sólo para mí sino también para el resto de mi familia. Definitivamente cuidar a un bebe es demasiada responsabilidad, pero es una irresponsabilidad ir hasta el hombro cuando una familia te da la mano.

Desde niño he viajado un montón y sobretodo recuerdo mis viajes a Arica en Chile donde compraba juguetes que obviamente no vendían en Lima... desde juegos de plastilina PLAY DO, juguetes para armar, playmobiles, en muchas otras cosas que acá no habían sobretodo porque en Arica había (y aun hay) centros comerciales con tiendas inmensas de juguetes. Pero lo que nunca me voy a olvidar es ese juguete que brillaba en la vitrina de una tienda, trás llenar mi solicitud con copias y sellos respectivos mi mamá me lo compró.

Digo llenar solicitud porque a mi mamá (hasta ahora) hay que explicarle cada cosa al detalle, que por qué quiero ese juguete, que cosa es, para que sirve, si realmente lo voy a usar y no dejar tirado debajo de la cama dias después, etc, etc...

Este era mi juguete: "Un caja azul donde venían TODOS... (tooodossss!!!) los personajes de Tom & Jerry". Mi dibujo favorito de mi infancia muy atrás en los años 80's. Era algo único y lo debía de tener a cualquier precio! Era barato recuerdo ya que era un juguete más en esa tienda pero para mí era único! Tan único que nunca más los ví en ninguna tienda de juguetes cuando después quise volver a comprarlo.

No eran peluches sino muñecos de plástico de más de 10 centímetros de todos los personajes que aparecían! Sólo faltaba que en la caja vinieran las piernas de la dueña afroamericana del gato Tom, esa que le decía en español con acento cubano: "Tomás!". No eran un jebe chusco sino un plástico duro con las articulaciones moviles. Los recuerdo como si los tuviera en mi mano. Hasta el ratón Jerry venía con su pedazito de queso de plástico con agujeros!

Eran como si los dibujos de la Metro Goldwyn Mayer los hubieran sacado de mi televisor Sony a perilla que tenía. Tom, Jerry, Spike y su hijoTyke, Droopy y su hijo Dripple, personajes únicos de mi infancia. Sin duda lo más preciado que tuve en mi vida hasta que el día que mi niñera se convirtió en ladrona.

Sólo recuerdo que fué un domingo cuando por la mañana antes de salir a pasear con mi familia y como era usual mi empleada estaba limpiando mi cuarto cuando me dijo: "No escondas tus juguetes que los voy a limpiar". Yo solía esconder mis cosas más preciadas, no sé porque pero esa vez le hice caso ya que mi mamá insistió. Al regresar por la noche a la casa nos dimos con la sorpresa que la niñera ladrona en complicidad de su novio de turno vació la casa, se llevó hasta la ropa. Ya se imaginarán mi cara al entrar a mi cuarto y ver que no estaban mis juguetes, si esos mismos, no estaba Tom, ni Jerry, ni el quesito! No lloré!, pero juré nunca más confiar en alguien que decía ser mi amiga. Miré al suelo y lo único que ví en la alfombra fue a Tyke!

Les parece conocida esta foto?

Es la foto de mi perfil de este blog. Y si!, es Tyke que más de 15 años después aún lo tengo...

Y no! no se crean que lo guardo para mis hijos, lo guardo para mí! Es mío!

Y a los que se preguntan que fué del resto de cosas... mi casa quedó como una envoltura de galletas vacía. Mis papás si que lloraron por todas las cosas que faltaban, le faltaban hojas a la libretita del polícia para apuntar los detalles de la niñera ladrona. Te odio! Te odiamos!

Así como a la hija de mi amiga, hay ciertas cosas en nuestra infancia que nos marcan la vida para siempre.

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