Si es que no me pasa alguna tontera en la semana es como si mi vida estuviera incompleta.

Era una mañana cualquiera en la oficina y con algo de sed compré una caja de juguito de la máquina expendedora. Ni idea que juguito o que decía en la caja pero lo compré para justo entrar a una reunión.

Pero para contrariamente a que se me chorree el jugo de naranja en el teclado de la laptop por mal uso de la cañita pues no pasó (como otras veces).

O que justo cuando me muero de sed la cajita no viene con cañita (como otras veces).

O que justo que tengo la plata justa para comprar algo en la maquinita dispensadora no termina de girar y sólo queda meterle golpes a la maquina. Otras veces meterle golpes a mi cerebro cuando confundo el 3 por 8 y saco cualquier cosa que no quería (como otras veces).

Nada de eso pasó la mañana de ayer.

Llegué a la sala de reuniones, me encontré con mis nuevos compañeritos (o amiguitos de viaje que quizás nunca vuelva a ver en mi vida) y entre tontear y tontear una chica agarró la caja de MI juguito con un montón de dibujitos de no se qué (desde que crecí le perdí la pista a los dibujos "modernos") y le quitó una suerte de sticker que estaba ahí y me lo pegó en el cachete.


Graciosita se cree.

Pero más gracioso quedé yo cuando me lo sacó y... no, no era sticker era un tatoo temporal.

Si, tenía una suerte de figura dibujada en la cara y por más que me rasqué no me la pude quitar.

Tampoco era TAN grande pero creo que más grande fue la risa del resto.

Esto de ser buena gente y accesible no me está gustando, pasamos del Ud. al te meto lapo.

Con agua no salió nunca así que quedé con un círculo rojo en la cara luego de rasquetearme con alcohol.

No me parece gracioso, y últimamente nada lo es (como otras veces).