Hace varios días estábamos esperando para una cita con una embajada, mientras esperábamos me puse a mirar al resto de gente que estaba ahí como nosotros esperando a ser entrevistado por alguien de otra nacionalidad que la nuestra pero todos con distintos fines.

La típica pareja de chinos (o japones o hongkongneses o jalados, no sé diferenciarlos a simple vista) con sus 3 chinitos en brazos. Claro, ella con sus hijos en las manos y brazos y el "jefe" de familia caminando delante de ella con varios pasos de distancia. Típicos asiáticos.

Ella me miró y me dijo: Júrame que no vamos a ser así. Respondí: Haré el esfuerzo.

La típica familia de papá con el cargo ejecutivo y el terno más caro que cree saberlo todo pero hace fila en la cola equivocada por no preguntar. La madre recién salida de la peluquería y el hijo adolescente un mamarracho. Curioso que el hijo y papá tuvieran el mismo corte de pelo. La mamá le reclamaba al hijo que no se había lavado las orejas y le sacaba de su cartera kleenex para limpiarlo mientras también intentaba peinarlo al "bebe".

La miré y le dije: Júrame que no vas a ser así. Respondió: Haré el esfuerzo.

La otra típica de novios a punto de casarse y que quieren ir de luna de miel. El novio apurado y caminando de un lado a otro. No se dá cuenta que es cita para una VISA y no para que su novia de a luz.

Ella me miró y me dijo: Te apuesto que tu vas a estar igualito. Respondí: Te cuento si me pongo igual.

Me reí porque ella no entendió.