En la casa de unos amigos, una de las chicas cierra la puerta de la cocina y gritando asustada pide que alguien entre a sacar al mounstruo. A quién? A un mounstruo disfrazado de paloma que se metió y no hacía más que golpearse con las paredes.

Varios fuimos a ver, despacito como si estuvieramos entrando a la casa de la bruja del 71 (el capítulo del "otro gato", ese mismo). No sé porque se me ocurrió agarrar la escoba y acercarla al bicho este que según decían que ni tocarlo porque trae 50 mil enfermedades (no 1 ni 2 sino 50 mil)... según yo se iba a subir a la escoba cuál loro y llevar la escoba a la puerta y pajarito a volar pero no.

La cosa que ni bien acerque la escoba la paloma salió volando hacia mi cara y no hice otra que agacharme (como soldado cuerpo al suelo) y le dió en el cuerpo al que estaba cerca mío... ese muchacho curpulento, alto y machazo (que abre chelas con la boca, mete golpe como chuck norris) que no sé pero gritó como travesti perseguido por serenazgo.

Algo así como esto...

Hasta el más macho de los machos... grita como niña.

Que verguenza.

Después de tiempo que me reía tanto.