Ayer conversaba con un amigo del trabajo y ahora que somos una nueva empresa la gente está rara. Es como si todos trabajáramos en una nueva empresa. Todos tienen miedo de compartir su información o de enseñarle a los demás su trabajo por miedo a que se den cuenta que no son indispensables.

En parte es cierto, una nueva re-estructuración se viene. Pero no tan pronto.

Los puestos son indispensables pero las personas son reemplazables.

Recordé que cada vez que regresaba a mi casa me saludaba mi mascota (la 1era que tuve y me duró casi toda mi vida: desde los 10 hasta los 22 años). Luego no quise tener más responsabilidades mascotiles (existe eso?).

Si pierdes un amigo te consigues otro.
Si algo se te pierde te compras otro.

Varios años después me regalaron una mascota idéntica a la que tuve. Mismo todo. Pero ni caso me hace, ni me extraña ni nada. Pero ahí anda, no me quiere pero nos llevamos bien.

Hace un rato llamé a mi casa por skype y recordé que esa 1era mascota que tuve cuando me escuchaba por teléfono me pasaba la voz (cada loquito con su idea que habla con su mascota) pero esta ni bola.

Todo es reemplazable pero nada es igual.

Y siempre tendremos que compararlo todo.

Existe algo que NO sea reemplazable? (que no sea ser vivo).

Yo no tengo. Creo.

La gente se muere o te decepciona, las cosas no prenden más, la ropa se gasta, el CD se raya y se acaba de la tinta del lapicero. Todo se reemplaza, hasta leer este blog.