Verano

Verano otra vez! Si, me gusta el verano.

Cada vez que sale el solazo y estoy en el trabajo me acuerdo de las viejas pipirisnais que hay aquí en la oficina. Tan pitucas que sus lentes de sol cuestan más que toda la ropa que tu traes ahora puesta.

Una de ellas comentó que cuando un día llegó a su residencia con piscina, llegó un día antes de su otra casa de playa del sur, encontró a su empleada y la familia de esta metidos en su piscina. ME-MUERO-HORROR.

De la cara de asco que lo contó asumo que empezó a convulsionar como la Carlota en el suelo antes de desmayarse como el padre Maritín.





El problema no era la familia de la empleada en su casa, ya que trabaja años con ella y se tienen confianza suficiente, pero no para que su piel "marrón" toquen su agua en la piscina recién llenada hace unos dias. A este punto de la historia que contaba yo empezaba a creer que su piscina estaba llena de agua Evian o con un caño directo desde los alpes suizos.

Los dejó nomás que terminen de pasar la tarde y al día siguiente mandó a lavar la piscina. Y claro, su familia, amigos y hasta perros se meten al agua pero si es alguien que no es de su clase (--inserte aquí una arcada--) ni el cloro mata el racismo.

Es como la gente que le da asco bañarse en agua dulce pero en regatas no hay problema, el agua es la misma!

Este tipo de gente de nariz respingada existe, y da pena no risa.

Estas anécdotas y situaciones raras son las que voy a extrañar en este trabajo, falta menos de 2 semanas para empezar en el trabajo nuevo!

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