Soy un cinéfilo desde que nací. No de las películas antiguas clásicas en blanco y negro, no de los documentales, no de las futuristas y menos de las de dibujos que hacen reír. Todas y de ninguna a la vez.

No soy un gran crítico de cine pero algunas si me han hecho cambiar mi punto de vista sobre algo ó sobre mi mismo. No me hacen una mejor persona pero a veces sencillamente prefiero sonreír realmente frente a una pantalla inmensa que una sonrisita ficticia frente al mundo.

No las he visto todas pero si todas las que he podido, voy una vez a la semana al cine y en lo que va de esta semana santa voy 3 veces. No es lo mismo comprar una película pirata de S/. 2.50 en la calle y ponerla en el reproductor ó en la compu, no sé pero para mi no es lo mismo.

A veces pienso que no me gusta ir al cine en si por la película sino porque por más de una hora puedo estar quieto sin hablar, sin que nadie de hable, sin pretender nada y olvidarme del mundo aunque sea por ese momento. Luego cruzo la puerta con el título de "Salida" del cine y vuelvo a mi realidad.

Esta es la típica rutina cinéfila que en mis años que tengo de memoria efectiva llevo repitiendo:

Películas hay muchas, pero...

No me olvido de la primera película en cine que ví en mi vida y fue en el cine del Centro Comercial Arenales:


No me olvido las frases dichas de Roberto Benignni en una de mis películas favoritas:

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UN DÍA COMO HOY...
- 10/04/2008 Último día... otra vez